18/12/17

Un parto incluso un poco prematuro podría implicar retrasos en el desarrollo [18-12-17]

Un parto incluso un poco prematuro podría implicar retrasos en el desarrollo

Sin embargo, un estudio también sugiere que las intervenciones pueden ayudar a los niños a alcanzar a sus pares

Contrario a la creencia de que nacer unas semanas antes no tiene ningún impacto apreciable en los bebés, un nuevo estudio indica que los niños "prematuros tardíos" enfrentan más retrasos en el desarrollo que sus pares nacidos a término y que los retrasos pueden afectar su rendimiento escolar.

Investigadores de Boston analizaron los registros de 6,300 niños nacidos a término y 1,200 niños prematuros tardíos, los que nacen entre las 34 y 37 semanas de gestación, del Estudio Longitudinal de la Primera Infancia - Cohorte de Nacimientos. Usaron ecuaciones para calcular las probabilidades de retrasos mentales o físicos entre los prematuros a la edad de dos años.

En cuanto a las habilidades mentales, los bebés prematuros tardíos eran 52 por ciento más propensos que los nacidos a término a sufrir retrasos graves y 43 por ciento más propensos a sufrir limitaciones más leves. Con respecto a las habilidades motrices, los niños prematuros tenían 56 por ciento más probabilidades de sufrir retrasos importantes, así como un riesgo 58 por ciento mayor de tener retrasos más leves.

El estudio aparece en la edición del 14 de febrero de la revista Pediatrics.

"Anteriormente, estos niños eran considerados sólo como niños de menor tamaño nacidos a término en lugar de recién nacidos prematuros", señaló la autora del estudio, la Dra. Melissa A. Woythaler, neonatóloga del Hospital General de Massachusetts. "Se ha producido un cambio en la forma en que son vistos".

Según el estudio, los partos prematuros, aquellos en los que los bebés nacen antes de las 37 semanas de gestación, representan casi el 13 por ciento de los 4.2 millones de nacimientos anuales del país. Los nacimientos prematuros tardíos han aumentado a 25 por ciento desde 1990, de alrededor de siete a nueve por ciento de todos los nacimientos.

Además, entre el 5 y el 40 por ciento de los nacimientos en EE.UU. son ahora partos tempranos electivos, es decir que los partos se inducen de forma prematura sin ninguna razón médica válida, de acuerdo con un informe reciente de hospital a hospital realizado por Leapfrog Group, una organización empresarial que vela por los intereses de las empresas y examina la seguridad y calidad de servicios de los hospitales.

Tomando en cuenta que muchos de estos niños en situación de riesgo reciben poco o ningún seguimiento especializado del desarrollo, los datos de Woythaler incluyen a bebés de por lo menos 34 semanas de gestación de diversos antecedentes económicos y raciales que recibieron evaluaciones completas en torno a los dos años de edad.

El cerebro de un bebé de 34 semanas de gestación pesa 35 por ciento menos que el de uno nacido a término, apuntó el estudio.

Los factores sociales y de género tuvieron el mayor impacto sobre las puntuaciones mentales de los niños, según el estudio, y el idioma que se hablaba en la casa desempeñaba un papel clave. (Los niños eran más propensos que las niñas a tener retrasos graves en el desarrollo). Por el contrario, la edad gestacional era el factor contribuyente más importante para los retrasos físicos.

Los investigadores observaron algunas limitaciones en el estudio, como falta de información sobre las posibles complicaciones médicas del recién nacido y los posibles fallos de las pruebas de desarrollo infantil.

Sin embargo, sus hallazgos coinciden con los de otros estudios recientes sobre los bebés prematuros tardíos, apuntaron. Los investigadores encontraron que estos niños están en mayor riesgo de problemas respiratorios, peor rendimiento académico y suspenso escolar en el futuro.

"Hay una razón por la que el periodo de gestación normal es de 40 semanas", señaló el Dr. Marty Ellington Jr., presidente del departamento de pediatría del Hospital Lenox Hill de Nueva York. "Si se necesita adelantar un parto porque el niño o la madre tienen una afección médica, la atención ha avanzado tanto que esos niños pueden llevar una vida bastante buena. Pero no debemos restar importancia a esas dos a cuatro semanas. Si podemos elegir, debemos intentar que el niño nazca a término".

Woythaler dijo que se necesitan más investigaciones para determinar cómo ayudar mejor a los bebés prematuros que sufren retrasos en el desarrollo a alcanzar el mismo nivel que sus pares a término.

"Los bebes muy prematuros son referidos automáticamente para una intervención temprana", destacó. "Estos niños no. No a todos les va mal, a muchos les va bastante bien y con normalidad. Una vez podamos determinar cuáles niños pueden beneficiarse de una intervención temprana, podremos hacer algo".

Ellington señaló que no se pueden cambiar las cuestiones de género y médicas que contribuyen al retraso en el desarrollo de este grupo, pero que "el componente social se puede modificar en lo que respecta a programas de intervención temprana".

"Cuando lo vemos en conjunto, [los retrasos] pueden afectar significativamente el rendimiento de un niño, sobre todo a medida que alcanza la edad escolar", agregó. "Se complican entre sí y esto hace que sea difícil para un niño funcionar en un aula normal".

Pero el alto costo de los valiosos programas de intervención temprana, que incluyen por lo general terapia ocupacional, física y/o del habla, ha hecho que muchos de estos programas hayan sido eliminados a lo largo y ancho del país, explicó Ellington.

"Es algo muy preocupante, dado el gran número de niños que tienen problemas del desarrollo", apuntó.

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